Blog

La búsqueda de la excelencia operacional es un objetivo común para la mayoría de las empresas. Sin embargo, alcanzar este nivel de eficiencia y calidad en todas las áreas de operación no es una tarea sencilla. A menudo, nos encontramos con empresas que luchan por lograr la excelencia operacional a pesar de tener metodologías y procesos definidos a nivel corporativo. ¿Por qué sucede esto? ¿Cuáles son los obstáculos que impiden que todas las empresas alcancen este nivel de excelencia? 

Una cosa es evidente: los resultados finales son el producto de los desempeños y comportamientos que ocurren en cada nivel de la organización. A menudo, nos centramos únicamente en los resultados, sin prestar la debida atención a los procesos y acciones que los generan. Aquí es donde comienzan a surgir algunos síntomas preocupantes. 

Uno de los síntomas más comunes es la disparidad en los resultados entre diferentes unidades dentro de una misma empresa. ¿Por qué la Planta A logra mejores resultados que la Planta B, a pesar de tener la misma metodología corporativa? Esta discrepancia puede atribuirse a la interpretación y aplicación variable de los procesos y metodologías por parte de cada unidad. A menudo, observamos que cada planta, equipo o departamento interpreta las directrices corporativas de manera diferente, lo que lleva a resultados inconsistentes. 

Otro síntoma preocupante es la falta de comprensión sobre por qué ciertas iniciativas tuvieron éxito o fracasaron. Nos encontramos con situaciones en las que las empresas implementan metodologías como TPM, KAIZEN o LEAN con la esperanza de mejorar la eficiencia operativa, pero en lugar de ello, experimentan más fracasos que éxitos. La falta de comprensión sobre las causas de estos resultados puede obstaculizar aún más los esfuerzos por alcanzar la excelencia operacional. 

 Entonces, ¿cuáles son las razones detrás de estos desafíos? 

En primer lugar, la falta de alineación y comunicación dentro de la organización puede llevar a interpretaciones erróneas de las metodologías y procesos corporativos. Es fundamental que todos los niveles de la empresa comprendan claramente los objetivos y principios detrás de estas iniciativas para garantizar una implementación coherente y efectiva. 

Además, la resistencia al cambio y la falta de compromiso por parte de los empleados también pueden obstaculizar los esfuerzos por lograr la excelencia operacional. Sin una cultura organizativa que fomente la mejora continua y la innovación, las iniciativas de optimización pueden encontrarse con una fuerte oposición y, en última instancia, fracasar. 

Para superar estos desafíos y alcanzar la excelencia operacional, las empresas deben adoptar un enfoque integral que abarque no solo la implementación de metodologías y procesos, sino también el desarrollo de una cultura organizativa que promueva la colaboración, el aprendizaje y la mejora continua. Solo así podrán superarse los obstáculos y alcanzar un nivel de excelencia operacional sostenible a largo plazo. 

Hablamos de Expert TPM.

Herramienta de software desarrollada por Solex, que apoya la implementación de TPM o sus buenas prácticas. Expert TPM está basado en la metodología definida por JIPM para apoyar el cambio de la cultura de la empresa y alinear sus objetivos bajo el enfoque productivo TPM 

En Solex le ayudamos en este proceso escríbenos a info@solex.biz  o conoce más información en www.solex.biz/expert-tpm